Poema de Tristeza: Las Ausencias

Las Ausencias

Las "ausencias" son como luces que se van apagando,
y no siempre nos acostumbramos a vivir en esa semi oscuridad,
a movernos, a desenvolvernos, a seguir caminando
en esa claridad disminuida, en esa penumbra.

No sé cómo se puso a depender el corazón,
que tiene tan ancha plenitud,
de una vida tan corta, tan riesgosa, tan frágil.

Las heridas de ofensas pueden curarse,
pero las hondas, las que nos sacuden,
permanecen.

Hay corazones a los que las heridas
les sanan mas fácilmente, y otros
a los que nunca se les cierren...
ni con parches, ni pegamentos, ni componendas,
ni puntadas...
¡Nada!
Dejan a uno mansamente rebelde,
impotentemente conforme, obligadamente resignada
pero nada más.

El dolor al máximo, es una incurable dolencia.
Quizás la fe sirva de dique
para impedir un desbordamiento,
pero no quita la sensibilidad
para impedir las lágrimas, ni el dolor a flor de piel,
ni la opresión de desfallecer en muchos momentos.

Con un esfuerzo sobrehumano sigues en pie,
pero en el fondo te sigues tambaleando.

Con un esfuerzo sobrehumano buscas el sol,
pero en el fondo no puedes atrapar la luz.

Con un esfuerzo sobrehumano quieres subir,
pero en el fondo hay un peso de dolor que te hunde.

No lo entiende más que aquel que lo que pasa...

Y no lo supera más que el que se pone
en manos de Dios.

Autor: Zenaida Bacardí de Argamasilla

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