Les acerco este poema de Antonio Machado, que nos brinda paisajes hermosos en sus relatos. Utilizando elementos simples, y palabras que brotan de la misma tierra, describiendo la belleza y la soledad de la llanura castellana, su paisaje y su alma.
Caminos
De la ciudad moruna
tras las murallas viejas,
yo contemplo la tarde silenciosa,
a solas con mi sombra y con mi pena.
El río va corriendo,
entre sombrías huertas
y grises olivares,
por los alegres campos de Baeza
Tienen las vides pámpanos dorados
sobre las rojas cepas.
Guadalquivir, como un alfanje roto
y disperso, reluce y espejea.
Lejos, los montes duermen
envueltos en la niebla,
niebla de otoño, maternal; descansan
las rudas moles de su ser de piedra
en esta tibia tarde de noviembre,
tarde piadosa, cárdena y violeta.
El viento ha sacudido
los mustios olmos de la carretera,
levantando en rosados torbellinos
el polvo de la tierra.
La luna está subiendo
amoratada, jadeante y llena.
Los caminitos blancos
se cruzan y se alejan,
buscando los dispersos caseríos
del valle y de la sierra.
Caminos de los campos…
¡Ay, ya, no puedo caminar con ella!
Etiquetas: Antonio Machado, Poemas de vida
Mayo 23rd, 2010 at 12:00
a mi me parecio muy bonito
Julio 10th, 2010 at 23:22
o0o0o0o0o0o0o0o ese pisaje esta hermoso me impacto
Julio 10th, 2010 at 23:23
a mi me parecio muy bonito