Poemas, relatos y cuentos

Poema de José Ángel Buesa

Amamos porque sí

Amamos porque sí, sencillamente
porque sí, sin saberlo,
como cuando la espiga se levanta,
como la lluvia cuando está cayendo,
como el viento que pasa y no lo sabe
y sin embargo, pasa y es el viento.

Amamos porque sí, sencillamente
porque sí, sin razón y sin remedio,
como se seca un pozo,
como se empaña a veces un espejo,
como una fecha que cambió de día
o un nombre que olvidamos en un sueño.

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Amamos porque sí, sencillamente
y no importa en qué tiempo,
si en un amanecer de primavera
o en un lento crepúsculo de invierno,
pues si el árbol lozano da más flores
son más dulces los frutos de los árboles viejos.

Amamos porque sí, sencillamente
por un porqué fatal que no sabemos,
como el traje de luto para un niño
o como las estrellas para un ciego,
como van hacia abajo las raíces
y hacia arriba las ramas
con las hojas por dentro.

Amamos porque sí, sencillamente
porque sí, porque es cierto,
como un anochecer al mediodía,
como una llamarada sobre el hielo,
como resucitar estando vivos
sólo para morir sin haber muerto.

Amamos porque sí, sencillamente.
Sencillamente, como pasa el viento

José Ángel Buesa

Canción de la Espera

Espero tu sonrisa y espero tu fragancia
por encima de todo, del tiempo y la distancia.
Yo no sé desde dónde, hacia dónde, ni cuándo
regresarás… sé sólo que te estaré esperando.

En lo alto del bosque y en lo hondo del lago,
en el minuto alegre y en el minuto aciago,
en la función pagana y en el sagrado rito,
en el limpio silencio y en el áspero grito.

Allí donde es más fuerte la voz de la cascada,
allí donde está todo y allí donde no hay nada,
en la pluma del ala y en el sol del ocaso,
yo esperaré el sonido rítmico de tu paso.

Comprendo que de mí ya se ría la gente
al ver cómo te espero desesperadamente.
Cuando todos los astros se apaguen en el cielo,
cuando todos los pájaros paralicen el vuelo
cansados de esperarte, ese día
lejano yo te estaré esperando todavía.

No importa: aunque me digan todos que desvarío,
yo te espero en las ondas musicales del río,
en la nube que llega blanca de su trayecto,
en el camino angosto y en el camino recto.

Niño, joven o anciano, sonriendo o llorando,
en el alba o la tarde, yo te estaré esperando,
y si me convenciera que ese ansiado día
no habría de llegar, también te esperaría.

José Angel Buesa

Arte Poética

Ama tu verso, y ama sabiamente tu vida,
la estrofa que más vive, siempre es la mas vivida.
Un mal verso supera la más perfecta prosa,
aunque en prosa y en verso digas la misma cosa.

Así como el exceso de virtud hace el vicio,
el exceso de arte llega a ser artificio.
Escribe de tal modo que te entienda la gente,
igual si es ignorante que si es indiferente.

Cumple la ley suprema de desdeñarlas todas,
sobre el cuerpo desnudo no envejecen las modas.
Y sobre todo, en arte y vida, sé diverso,
pues sólo así tu mente revivirá en tu verso.

José Ángel Buesa

Canción del viaje

Recuerdo un pueblo triste y una noche de frío
y las iluminadas ventanillas de un tren.
Y aquel tren que partía se llevaba algo mío,
ya no recuerdo cuándo, ya no recuerdo quién.

Pero sí que fue un viaje para toda la vida
y que el último gesto, fue un gesto de desdén,
porque dejó olvidado su amor sin despedida
igual que una maleta tirada en el andén.

Y así, mi amor inútil, con su inútil reproche,
se acurrucó en su olvido, que fue inútil también.
Como esos pueblos tristes, donde llueve de noche,
como esos pueblos tristes, donde no para el tren.

José Angel Buesa

Carta de Amor

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Aquí, sin ti, ya se
lo que es la muerte,
pero no te lo digo
para no entristecerte.

Quiero que te sonrías
para que siga habiendo
claridad en los días.

Quiero que no se
empañe tu mirada,
pues, si no,
no habrá estrellas,
ni habrá luna, ni nada…

Y, sobre todo,
lo que quiero y quiero
es un año que tenga
doce meses de enero.

Aquí llueve y no importa,
pues la lluvia es tan leve
que al leer esta carta
no sentirás que llueve.

Pero cierro los ojos
y te recuerdo tanto
que casi se diría que
esta lloviendo llanto.

José Ángel Buesa