Con los años que cumplís ya puedo hacer un ramo: doce. Una docena, Verónica. Te compré una pollera larga hasta el suelo y unas sandalias con las que me alcanzás.…
Alta costura En la tela de la historia familiar, las manos de mi madre reforzaron costuras para que nos sostuvieran ante cualquier tirón de la vida… La Costurera – 1859…
Manos las de mi madre, tan acariciadoras, tan de seda, tan de ella, blancas y bienhechoras… ¡Sólo ellas son las santas, sólo ellas son las que aman, las que todo…
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