Un cuento que nos ayuda a reflexionar sobre la vorágine en que nos sumerge el mundo de hoy.
Que tus pies caminen al paso de tu alma
Un explorador blanco, ansioso por llegar
cuanto antes a su destino en el corazón de África,
ofreció una paga extra a sus porteadores
para que anduviesen más de prisa.
Durante varios días, los porteadores apuraron el paso.
Una tarde, sin embargo, se sentaron todos en el suelo
y dejaron la carga, negándose a continuar.
Por más dinero que les ofreciese,
los indígenas no se movían.
Finalmente, cuando el explorador
pidió una explicación para aquel comportamiento,
obtuvo la siguiente respuesta:
- Hemos andado demasiado de prisa,
y ya no sabemos ni dónde estamos
ni qué estamos haciendo.
Tenemos que esperar a que nuestras almas nos alcancen.
Paulo Coelho
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