Siempre hay “pequeños detalles” que llegan sin un “porqué”,
y nos endulzan el día con su regalo de miel… :
un pájaro en la ventana, el aroma de un café,
una llamada, un mensaje, una flor en un papel…
¡Esos “pequeños detalles” que dan sentido a la vida,
y que todo lo embellecen con su leve resplandor,
nos alientan en la senda…y suavizan las heridas,
con sus destellos de magia y sus caricias de amor!
Y aparecen de repente…¡cuando menos lo pensamos!:
…un libro que no esperamos…un poema…una postal…,
¡y embriagados de belleza por un instante temblamos…,
dulcemente estremecidos por un roce celestial…!
Esos “pequeños detalles” que el corazón almacena,
y que alumbran fugazmente con su brillo de diamante…,
y que nos hacen sentir que vivir vale la pena…
…¿no serán –después de todo-, tal vez “lo único importante”…?!
Quizás al fin de este ciclo, al mirar por sobre el hombro,
y observar todas las luces que alumbraron nuestra calle,
comprobaremos pasmados…-y enmudecidos de asombro-…
¡que nunca fueron “pequeños”…y jamás fueron “detalles”!
Jorge Oyhanarte
Belleza, armonía, energía para mis oídos, que hermoso poema, mis ojos se han encantado así como mi corazón… gracias por compartir tantas indescriptibles sensaciones… los poemas me hacen cosquillas el alma.
Gracias Lucía por contarnos tus sensaciones! Un abrazo
bellisimo,fresco,es un gusto leerlo…gracias…besos