Poemas, relatos y cuentos

Reflexión de vida – Destreza

Destreza

La destreza llega cuando haces muchas cosas
a través de la prueba y el error,
fracasando y levantándose,
extraviándose y regresando;
miles de experimentos vividos,
y de pronto un día tienes destreza,
le has cogido el truco.

bailarina3

Una destreza es la esencia
de muchos errores y equivocaciones,
de la prueba y el error.
Algo crece en ti,
y una vez que lo sabes puedes olvidarlo,
lo tienes siempre, no necesitas recordarlo.
Si necesitas recordarlo todav¡a
no es una destreza, es algo de la mente.
Si es una destreza, entra en la sangre,
en los huesos, en la médula misma,
en el ser mismo,
y entonces te puedes olvidar de ello…
Una vez que lo sabes, lo sabes.
Puedes olvidarlo y simplemente sacarlo de la mente,
pero aún lo seguirás y lo seguirás sin pensar en ello.
Una destreza no es ni ciencia
ni arte es una experiencia vivida.
Y este es el arte más grande o la ciencia más grande
es la ciencia de la vida o el arte de la vida.

Osho

Reflexión de vida de Osho – Aceptar

Ni esto ni aquello

Recuerda, la palabra “aceptar” no es muy buena.
Lleva cierta carga (por ti, no por la palabra),
porque sólo aceptas cuando te sientes impotente.
Aceptas de mala gana, aceptas reticentemente.
Aceptas sólo cuando no puedes hacer nada,
pero, en el fondo, todavía deseas;
piensas que de haber sido de otra forma
hubieras sido feliz.
Aceptas como un mendigo, no como un rey;
y hay una gran diferencia.
Si la esposa se marcha o el marido se marcha,
finalmente llegas a aceptarlo.
¿Qué le vas a hacer?
Lloras desconsoladamente
y pasas muchas noches preocupado,
atraviesas muchas pesadillas y sufrimientos…,
¿y luego, qué hacer?

osho

El tiempo cura, no la comprensión.
El tiempo; y recuerda, el tiempo es necesario
sólo porque no comprendes, si no,
te curarías inmediatamente.
Se necesita tiempo porque no comprendes.
Así que, poco a poco
(en seis meses, en ocho meses, en un año)
las cosas de difuminan, se pierden en la memoria
cubiertas por el polvo.
Y pasa un año; y poco a poco te vas olvidando.
Duele porque vas cargando con el pasado.
Cargas con todas las cosas, es por
eso que estás tan cargado.
¡Cargas con todas las cosas!
Tú fuiste niño; el niño todavía está ahí,
le llevas contigo.
Luego fuiste un muchacho;
el muchacho todavía está ahí con todas sus heridas,
experiencias y estupideces, él todavía está ahí.
Cargas con todo tu pasado, capa sobre capa:
todo está ahí. Es por eso que algunas veces retrocedes.
Si te ocurre algo y te sientes desamparado
empiezas a llorar como un niño.
Has retrocedido en el tiempo,
el niño ha salido a la superficie.
El niño es más eficiente llorando que tú,
así que el niño sale a la superficie
y empiezas a gemir y a llorar.
Hasta puede que empieces a patalear
igual que un niño con una rabieta. Pero todo está ahí.
¿Por qué llevamos toda esa carga?
Porque en realidad nunca aceptas nada.
Escucha: si aceptas algo,
ello sencillamente nunca se convertirá en una carga;
entonces no cargarás con la herida. Aceptas el fenómeno.
Has aceptado el fenómeno;
no queda nada de él con lo que haya que cargar,
estás fuera de él.
A través de la aceptación te sales fuera de él,
pero si aceptas porque te sientes algo impotente,
cargarás con él.
Recuerda una cosa:
cualquier cosa que está incompleta
permanece para siempre como una carga,
cualquier cosa que esté completa se abandona.
Porque la mente tiene una tendencia
a cargar con las cosas incompletas con la esperanza
de que algún día surja una oportunidad para completarlas.
Todavía esperas a la esposa o al marido,
o estás esperando a que regresen
los días que ya se han ido. No has transcendido el pasado.
Y a causa de ese pasado tan pesado,
no puedes vivir en el presente.
Tu presente es un caos debido al pasado,
y lo mismo ocurrirá con el futuro;
porque el pasado se irá haciendo más y más pesado.
Cada día se va haciendo más y más pesado.
Cuando realmente aceptas,
en esa actitud de esencialidad no hay rencor,
no te sientes impotente.
Sencillamente entiendes que así es la naturaleza
de las cosas.
Por ejemplo, si me quiero ir de esta habitación
saldré por la puerta y no atravesando la pared,
porque intentarlo sería simplemente darme de cabeza
contra la pared, sería sencillamente estúpido.
Esta es la naturaleza de la pared: impedir el paso,
¡así que no trates de pasar a través de ella!
Esa es la naturaleza de la puerta,
que pases a través de ella;
al haber un hueco puedes pasar a través de ella.
Tú primero tratas de pasar a través de la pared
y te hieres de un millón de formas.
Y cuando no puedes salir
(abatido, vencido, deprimido, caído)
gateas hacia la puerta.
Podrías haberlo intentado primero por la puerta.
¿Por qué empezaste a intentarlo por la pared
y a luchar contra ella?
Si puedes mirar las cosas con cierta claridad,
simplemente no haces cosas como ésas:
intentar sacar una puerta de una pared…
¡Si el amor desaparece, ha desaparecido!
…Ahora hay una pared; no intentes traspasarla.
Ahora la puerta ya no está,
el corazón ya no está,
el corazón se ha abierto para otra persona.
Y tú no estás solo aquí, también hay otras personas.
La puerta ya no lo es para ti,
se ha convertido en una pared.
No lo intentes, no te des de cabeza contra ella.
Te harás daño innecesariamente.
Y si estás herido y derrotado ni siquiera
merece la pena pasar por la puerta.
Simplemente observa las cosas.
Si algo es natural,
no trates de forzar en ello algo que sea innatural.
Elige la puerta; salte de ahí.
Todos los días estás haciendo la idiotez de pasar por la pared.
Entonces te pones tenso y sientes una constante confusión.
La angustia se vuelve tu propia vida,
el núcleo de ella; y luego pides una meditación.
¿Pero por qué en primer lugar?
¿Por qué no mirar los hechos tal como son?
¿Por qué no puedes mirar los hechos?
Porque tus deseos están demasiado presentes.
Sigues esperando en contra de toda esperanza.
Por eso te has convertido en una persona tan impotente.
Simplemente mira:
cuando haya una situación, no desees nada,
porque el deseo te llevará por el camino equivocado.
No desees, no imagines.
Simplemente mira los hechos
con toda la consciencia de que dispongas,
y de repente se abre una puerta
y ya no pasas a través de la pared:
pasas a través de la puerta, sin un rasguño.
Entonces no cargas con nada.
Simplemente mira las cosas tal como son,
comprende, y hay una puerta,
siempre hay una puerta. Transciende.
Esencialidad significa aceptación con un corazón
completamente abierto, no impotente.

Osho

Recobra tu niñez

Recuerda esto: Recobra tu niñez.

Todo el mundo suspira por ello, pero nadie hace nada por recobrarla.
¡todos suspiran por ello!
la gente continúa diciendo que la infancia es un paraíso
y los poetas siguen escribiendo poemas sobre la belleza de la infancia.
¿Quién te lo impide? ¡Recóbrala! Coge esta oportunidad y recóbrala.

osho1

La poesía no te ayudará y el recordarla no te servirá de nada.
¿Por qué no volver a ella?
¿Por qué no ser de nuevo un niño?
te digo que si eres capaz de volverte de nuevo un niño
empezarás a crecer de una forma distinta.
Por primera vez estarás realmente vivo.
Y en el instante en que tienes ojos de niño, los sentidos de un niño,
joven, vibrando con la vida, la vida al completo vibrará contigo.
recuerda, es tu vibración la que necesita transformación.
El mundo está siempre vibrando en éxtasis,
solamente ocurre que tú no estás en sintonía con ello.

El problema no es con el mundo, es contigo: tú no estás en sintonía.
El mundo está danzando, siempre en celebración,
a cada instante está de fiesta.
La fiesta prosigue por toda la eternidad,
solamente ocurre que no estás sintonizado con ella.
Te has separado de ella y te has vuelto muy serio,
muy erudito, muy maduro. Estás cerrado.

¡Despréndete de este caparazón!
Fluye de nuevo en la corriente de la vida.
Cuando llegue la tormenta los árboles danzarán, tú también danzarás.
cuando llegue la noche y todo esté oscuro, tú También te oscurecerás.
Y por la mañana cuando el sol salga,
déjalo que también salga dentro de ti.
Sé como un niño y disfruta, sin pensar en el pasado.

Un niño nunca piensa en el pasado,
en realidad no tiene pasado en el que pensar.
Un niño no está preocupado por el futuro,
no posee consciencia del tiempo.
Vive totalmente despreocupado.
Se mueve momento a momento y nunca se queda con algo incompleto.
Cuando se enfada, se enfada y en su enfado le dirá a su madre,
“Te odio.” Y no son sólo palabras, son la realidad.
En verdad, en ese instante el siente un odio total.
Al instante siguiente se saldrá de él
y se pondrá a reír y besará a su madre y le dirá , “te quiero.”
No hay contradicción. Son dos momentos diferentes.
Odiaba totalmente y ahora ama totalmente.
Fluye como un río, zigzagueando, pero esté donde esté,
dondequiera que esté el río, él es total, fluye.

Durante estos días sé como un niño, total.
Si odias, odia; si amas, ama; si te enfadas, enfádate, y si estás alegre,
entonces está alegre y baila. No acarrees con nada del pasado.
Permanece fiel al momento, no anheles el futuro.
Durante estos ocho días, abandona el tiempo.
¡Abandona el tiempo!

Por eso es por lo que te digo que no seas serio,
porque cuanto más serio eres, más consciente eres del tiempo.
Un niño vive en la eternidad, no existe el tiempo para él.
No se da ni cuenta de él.
Estos ocho días serán una verdadera meditación
si abandonas el tiempo.
Vive momento a momento y sé auténtico con ello.

Sé juguetón. Será difícil, porque estás muy estructurado,
tienes una armadura a tu alrededor
y es muy difícil el aflojarla, relajarla.
No puedes bailar, no puedes cantar, no puedes simplemente saltar,
no puedes ni gritar ni reír ni sonreír.
Incluso aunque desees reír querrás antes tener algo de lo que reírte.
Deberá haber alguna causa,
solamente entonces serás capaz de llorar y sollozar.

Deja el conocimiento de lado, deja a un lado tu seriedad,
sé absolutamente juguetón durante ocho días.
No tienes nada que perder. Si no ganas nada,
tampoco perderás nada.
¿Qué puedes perder siendo juguetón? pero te digo esto:
nunca serás de nuevo el mismo.

Mi insistencia en ser juguetón se debe a esto:
quiero llevarte de vuelta al mismo punto en que dejaste de crecer.
ha habido un punto de tu infancia
en el que dejaste de crecer y empezaste a ser falso.
Puede que estuvieras enfadado, de mal humor,
enojado y que tu madre o tu padre dijera,
“¡No estés enfadado! ¡No es correcto!” eras natural,
pero se creó una división y una elección se te presentó.
Si hubieras seguido siendo natural
nunca hubieras obtenido el amor de tus padres.

Durante estos días deseo devolverte al lugar en que empezaste
ha ser “bueno” en vez de ser natural.
Sé juguetón para que recuperes tu infancia,
será difícil porque tendrás que dejar de lado tus máscaras,
tus rostros, tendrás que dejar de lado tu personalidad,
pero recuerda,
la esencia puede afirmarse solamente cuando la personalidad
no está presente,
porque tu personalidad se ha convertido en tu prisión,
déjala a un lado.
Será doloroso, pero vale la pena porque con ello renacerás.
Y no hay renacimiento posible sin dolor.
Si estás realmente decidido a renacer,
entonces acepta el riesgo.

Osho

Reflexión de Osho sobre la pareja

El hombre y la mujer son complementarios

Ha habido hombres y ha habido mujeres,
pero no ha habido seres humanos.

El hombre solo no será capaz de llegar muy lejos.
La mujer sola simplemente será un estan­que de energía
sin posibilidad alguna de movi­miento dinámico.
Cuando ambos están juntos son complementarios.
Ninguno está por encima del otro.
Los complementarios jamás están arriba o abajo, son iguales.
Juntos conforman un todo,
y juntos pueden crear una santidad
que no resulta posible para ninguno por separado.

Un hombre, para ser realmente masculino,
ha de ser aventurero, creativo,
ha de ser capaz de to­car tantas iniciativas en la vida
como le sea posi­ble.
La mujer, para ser de verdad una mujer,
ha de ser un estanque de energía detrás del hombre,
para que la aventura pueda disponer de tanta energía
como sea posible.
La energía será necesaria para que la aventura
pueda tener cierta inspiración, cierta poesía,
de modo que el alma aventurera pue­da relajarse en la mujer
y verse rellenada con vida, rejuvenecida.

oshoamor

El hombre y la mujer, juntos,
moviéndose de manera positiva, son un todo.
Y la verdadera pa­reja -y hay muy, pocas parejas verdaderas-
es una en la que cada uno se ha unido con el otro
de una forma positiva.

Si ambas partes son conscientes del hecho
de que se trata del encuentro de opuestos,
de que no hay necesidad de convertirlo en un conflicto,
en­tonces es una gran oportunidad para comprender
y asimilar el punto de vista totalmente opuesto.
De esa manera, la vida de un hombre y de una mujer,
juntos, puede convertirse en una hermosa armonía.
El enfoque femenino y el enfoque mas­culino son tan distintos
que a menos que se lleve a cabo un esfuerzo consciente,
a menos que se convierta en vuestra meditación,
no existe espe­ranza de disfrutar de una vida apacible.

Siempre que dos personas se encuentran, se crea un mundo nuevo.
Su simple reunión le da vi­da a un nuevo fenómeno,
que antes no existía, que nunca había existido.
Y a través de ese nuevo fenómeno ambas “personas”
son modificadas y transformadas.
Vosotros creáis la relación,
pero dicha relación también os crea a vosotros.

Si nuestras relaciones con las personas
con­tienen la gran comprensión
de que al otro habría que concederle
una libertad total para que pueda seguir siendo lo que es,
quizá con cada momento se pueda revelar más y más belleza.
Haced que el amor de la gente sea libre,
haced que la gente no sea posesiva.
Pero esto solo puede suceder si en vuestra meditación
descubrís vuestro ser.

La intimidad con una mujer o con un hombre
es mejor que tener muchas relaciones superficia­les.
El amor no es una flor de temporada,
requie­re años para crecer.
Y solo cuando crece va más allá de la biología
y empieza a tener algo de lo espiritual en su naturaleza.
Estar con muchas mu­jeres o con muchos hombres
os mantendrá super­ficiales; quizá satisfechos, pero superficiales;
ocupados, desde luego,
pero no de un modo que os vaya a ayudar en el crecimiento interior.
Pero una relación de uno a uno,
sostenida para que po­dáis comprenderos de manera más personal,
aporta un beneficio tremendo.

Continuad buscándoos, encontrando maneras nuevas de amaros,
de estar juntos.
Cada persona es un misterio infinito, inagotable, insondable,
de modo que no es posible que alguna vez podáis decir:
“La he conocido”, o: “Lo he conocido”.
Como mucho, podréis decir:
“He intentado todo lo que he podido;
pero el misterio sigue siendo un misterio”.
De hecho, cuanto más conocéis,
más misteriosa se vuelve la otra persona.
Entonces el amor es una aventura constante.

En un mundo mejor, con personas más medi­tativas,
con un poco más de iluminación en la Tie­rra,
la gente amaría, amaría inmensamente,
pero su amor seguiría siendo una unión, no una relación,
y no digo que ese amor llegará a ser únicamente momentáneo.
Existen todas las posibilidades de que ese amor
sea más profundo que el vuestro,
que posea una cualidad más elevada de intimidad,
que tenga más poesía y más de Dios en él.
Y existe to­da la posibilidad de que ese amor
dure más de lo que vuestra así llamada relación
pueda llegar a du­rar jamás.
Pero no lo garantizaría la ley,
ni los tri­bunales ni la policía.

La garantía sería interior.
Sería un compro­miso desde el corazón,
una comunión silenciosa.

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Reflexión de fortaleza

Serenidad

No tengas prisa. La prisa a menudo causa retraso.
Cuando tengas sed, espera pacientemente:
cuanto más profunda sea la espera, antes llega.

serenidad

Has plantado la semilla,
ahora siéntate a la sombra y observa lo que ocurre.
La semilla se abrirá y florecerá,
pero no puedes acelerar el proceso.
¿No es preciso acaso un tiempo para todo?
Debes trabajar, pero deja el resultado a Dios.
Nada en la vida se desperdicia,
especialmente los pasos dados hacia la verdad.

Pero a veces surge la impaciencia.
La impaciencia llega con la sed, pero es un obstáculo.
Aguanta la sed y desecha la impaciencia.
No confundas la impaciencia con la sed.
Con sed hay anhelo, pero no lucha;
con impaciencia hay lucha, pero no anhelo.
Con la añoranza hay espera, pero no exigencia;
con impaciencia hay exigencia, pero no espera.
Con sed hay lágrimas de silencio;
con impaciencia hay lucha inagotable.

La verdad no puede ser tomada al asalto;
se logra a través de la rendición,
no a través de la lucha.
Se conquista con la rendición total.

Osho